Existe hoy día un cierto número de escuelas de ninjutsu. Algunas sostienen ser antiguas, aunque hayan tenido que adaptarse parcialmente a los tiempos modernos. Otras reconocen abiertamente ser escuelas modernas, aunque proclaman su lealtad a las antiguas técnicas y los antiguos caminos. Finalmente, también hay escuelas que utilizan la denominación «ninjutsu» pero que realmente sólo enseñan una forma de budo.
El ninjutsu es una tradición que se transmitió siempre en secreto, en montañas de difícil acceso, en lo profundo de bosques impenetrables, en aldeas pequeñas sin ojos indiscretos; no puede pretenderse encontrar los mismos o equiparables documentos históricos que nos han dejado las escuelas de bujutsu o artes marciales, pues estas tradiciones, por el contrario, se practicaron a plena luz del día y fueron fuente de ingresos, prestigio, orgullo incluso….
Controvertido y sin resolver -posiblemente para siempre- el secreto de los linajes, hay criterios que nos permiten entrever la fidelidad de una escuela de ninjutsu hoy día a los viejos caminos: si la escuela está masificada, si un solo sensei acepta dar clase al mismo tiempo a mas de veinte personas, si en tres años de entrenamiento no se ha salido ni una sola vez del dojo para entrenar en las montañas ciertas técnicas que no pueden practicarse entre cuatro paredes….entonces aún puede que sea una escuela maravillosa, pero los estudiantes que se forman así en el budo se están perdiendo el sabor de la tradición shinobi antigua, la de Iga y Koka.
Las fotografías son de Ichijyodani, durante nuestro entrenamiento en Japón